En El Hierro, la más pequeña de las Islas Canarias, la vida se mide de cuatro en cuatro años. Es el intervalo en que sus habitantes celebran la Bajada de la Virgen de los Reyes. Más de 30.000 personas atraviesan la isla por un antiguo sendero de pastores. El calor, el cansancio, la sed y el polvo hacen de este recorrido un camino mítico; una lección universal sobre el significado de la vida y la importancia de la fe en el duro camino hacia nuestros sueños.
Gastronomía, oficios tradicionales, música y espiritualidad son algunos hitos de un camino donde lo cotidiano se mezcla con lo festivo y lo local se acaba haciendo universal. Todo con un objetivo: descubrir por qué se celebra la vida, en El Hierro y en el Mundo.