Siempre nos han dicho que la línea del Ecuador divide al mundo en dos hemisferios pero, ¿es cierto esto?
La respuesta está en un viaje que recorre Ecuador por caminos secundarios. Desde la costa a la Amazonía, pasando por los Andes, el paraíso de la diversidad es también el paraíso del equilibrio. Aquí la Naturaleza ofrece todos sus frutos y sus habitantes saben aprovecharlos con sabiduría y amor por la tierra.
En Ecuador la línea del equinoccio no separa, sino que une las dos mitades del mundo. ¿Pero qué significa vivir en la mitad del mundo? Más allá de un concepto geográfico, es una realidad que afecta de forma decisiva a su manera de entender la vida y una actitud que los conecta con el verdadero significado de la palabra Ecuador.
En el camino, el viajero descubre a personajes que viven en la fina línea del equilibrio entre la tradición y la modernidad, lo espiritual y lo carnal, lo festivo y lo cotidiano. Un viaje donde los opuestos se complementan para recordarnos que el camino a la felicidad está en la búsqueda interior de armonía.